Las alfombras
El orgullo de un pueblo
Las Alfombras de Serrín de Elche de la Sierra son para los elcheños su máximo orgullo. Muestran el trabajo, el esfuerzo y la ilusión que sus vecinos ponen año tras año para embellecer las calles en la festividad del Corpus Christi.
El principio de esta maravillosa manifestación artística data de 1964 y consigue unir a grandes y a pequeños, a elcheños y a visitantes, en una fabulosa labor colectiva.
Las Alfombras de Serrín logran año tras año que el pueblo entero pase despierto toda una noche realizando esta maravillosa labor cultural.
Cada puñado de serrín ha sumado hasta llegar aquí. El alfombrista, de rodillas en la calle con el humilde serrín en sus manos está de celebración.
Dimensión religiosa y estética
Las alfombras son, en principio, trabajos de serrín, viruta y otros materiales afines, generalmente coloreados, con los que se ornamentan determinadas calles de la localidad para que, el día del Corpus, las recorra la procesión.
Dicho así no parecería mucho más original que la costumbre de llenar las calles de tomillo y romero el domingo de resurrección para señalar el camino del “encuentro” u otras tradiciones similares; pero, con tener simbólicamente una misma dimensión interpretativa es, no obstante, algo cualitativamente distinto.
A la justificación religiosa, y sin olvidarla, se le añade una dimensión estética, que hace cambiar todo el marco de referencias. Para entender, consecuentemente, qué son las alfombras es necesario remitirse a las dos dimensiones señaladas.